El radicalismo provincial busca oxígeno que le permita, entre otras cosas, mejorar la relación de fuerzas con un Justicialismo que controla el área metropolitana. Luego del supuesto fin de los partidos, en Buenos Aires aún son la UCR y el PJ las fuerzas con arraigo en todos los distritos.
El principal déficit radical es el conurbano, pero en el interior conserva la influencia. En medio de una discusión interna donde llevan la batuta tres movimientos –la CON de Storani, el MODESO de Moreau y el RAPACA de Alfonsín– la opositora “Superación Radical” controla intendencias como 9 de Julio o Necochea.
Formada este año en Mar del Plata, con referentes como Juan Manuel Casella, “Superación Radical” viene de imponerse en internas en esa misma ciudad –de la mano de Jesús Porrúa-, en La Plata, en Trenque Lauquen, en General Belgrano (donde ganó mayoría y minoría), en Ituzaingó –donde triunfó gente de Casella-, y en la ciudad de Campana.
Fuentes del sector dicen controlar gran parte del interior y merecer más lugar en el comité provincial, donde sobresalen referentes del conurbano –como Moreau y Storani-, y donde se negaron a competir.
Cuestionan manejos como supuestos “volteos” de candidatos auténticamente radicales y mencionan la aceptación, por ejemplo, de un kirchnerista en Ramallo porque “sería amigo” de gente de peso en la cúpula. O las ventajas de los apellidos de algunos radicales. También reclaman más firmeza frente a Scioli en la legislatura.
En Quilmes se llegó a un acuerdo. María Elisa Ezquerra preside el Comité local, y la CON metió a su integrante Juan Recalde como convencional, que a último momento había intentado realizar la interna. “Algunos le hicieron mal al partido, se fueron cuando el partido no tenía más para ofrecerles”, desliza Ezquerra, quien destaca el carácter intergeneracional del nuevo comité local.
Un cuestionamiento que se hace a la cúpula bonaerense es una supuesta tendencia a congeniar posiciones con el justicialismo, que alejaría la sensación de que la UCR es “una fuerza distinta” en cuanto a sus valores tradicionales.
El RAPACA (Radicales Para el Cambio) también ha deslizado críticas a Moreau y Storani, pero habría prevalecido el criterio de unidad. Gente cercana a la familia Alfonsín afirma que su sector sería capaz de imponerse en el interior, pero la zona metropolitana sigue conducida por apellidos tradicionales.
De 134 distritos de la provincia, 22 son gobernados por radicales puros, 10 por intendentes implicados en el kirchnerismo, y 8 por gente que hoy responde a Elisa Carrió. Se habla de acercamientos y de vueltas al viejo partido.
“Superación Radical” está integrada, entre otros, por el ex ministro Juan Manuel Casella, los legisladores Jesús Porrúa, Diego Rodrigo y Juan Gobbi, el intendente de Necochea, Daniel Molina, el intendente de 9 de Julio, Walter Batistella y el ex legislador Carlos Pérez Grescia, de Quilmes.
Fuente: La Noticia Web
El principal déficit radical es el conurbano, pero en el interior conserva la influencia. En medio de una discusión interna donde llevan la batuta tres movimientos –la CON de Storani, el MODESO de Moreau y el RAPACA de Alfonsín– la opositora “Superación Radical” controla intendencias como 9 de Julio o Necochea.
Formada este año en Mar del Plata, con referentes como Juan Manuel Casella, “Superación Radical” viene de imponerse en internas en esa misma ciudad –de la mano de Jesús Porrúa-, en La Plata, en Trenque Lauquen, en General Belgrano (donde ganó mayoría y minoría), en Ituzaingó –donde triunfó gente de Casella-, y en la ciudad de Campana.
Fuentes del sector dicen controlar gran parte del interior y merecer más lugar en el comité provincial, donde sobresalen referentes del conurbano –como Moreau y Storani-, y donde se negaron a competir.
Cuestionan manejos como supuestos “volteos” de candidatos auténticamente radicales y mencionan la aceptación, por ejemplo, de un kirchnerista en Ramallo porque “sería amigo” de gente de peso en la cúpula. O las ventajas de los apellidos de algunos radicales. También reclaman más firmeza frente a Scioli en la legislatura.
En Quilmes se llegó a un acuerdo. María Elisa Ezquerra preside el Comité local, y la CON metió a su integrante Juan Recalde como convencional, que a último momento había intentado realizar la interna. “Algunos le hicieron mal al partido, se fueron cuando el partido no tenía más para ofrecerles”, desliza Ezquerra, quien destaca el carácter intergeneracional del nuevo comité local.
Un cuestionamiento que se hace a la cúpula bonaerense es una supuesta tendencia a congeniar posiciones con el justicialismo, que alejaría la sensación de que la UCR es “una fuerza distinta” en cuanto a sus valores tradicionales.
El RAPACA (Radicales Para el Cambio) también ha deslizado críticas a Moreau y Storani, pero habría prevalecido el criterio de unidad. Gente cercana a la familia Alfonsín afirma que su sector sería capaz de imponerse en el interior, pero la zona metropolitana sigue conducida por apellidos tradicionales.
De 134 distritos de la provincia, 22 son gobernados por radicales puros, 10 por intendentes implicados en el kirchnerismo, y 8 por gente que hoy responde a Elisa Carrió. Se habla de acercamientos y de vueltas al viejo partido.
“Superación Radical” está integrada, entre otros, por el ex ministro Juan Manuel Casella, los legisladores Jesús Porrúa, Diego Rodrigo y Juan Gobbi, el intendente de Necochea, Daniel Molina, el intendente de 9 de Julio, Walter Batistella y el ex legislador Carlos Pérez Grescia, de Quilmes.
Fuente: La Noticia Web
